Artículo de opinión de Mikel Mancisidor @MMancisidor1970 el 16 de febrero de 2025 en Deia (enlace)
Patriots del mundo, uníos
Es difícil sistematizar el pensamiento de Trump, puesto que no se muestra de una manera organizada. Lo colegimos entresacando de declaraciones que uno nunca sabe si son improvisadas o producto de alguna táctica negociadora en que la mentira es indistinguible de la verdad. Musk ha defendido esta semana, con ese desparpajo tan característico, que el uso de datos falsos no es grave, puesto que lo importante es la verdad última que esa mentira defiende. Percibo mi visión del mundo como verdadera y en consecuencia las mentiras que la apoyen se convierten en instrumentos legítimos de esa verdad. La verdad profunda de mis convicciones limpia la eventual falsedad de sus herramientas verbales. ¡Qué minucia son los datos y sus pruebas ante la luz cegadora de la verdad manifiesta y su destino!
Isaiah Berlin y Hannah Arendt identificaron esto mismo en los totalitarismos, de izquierda y de derecha, de su tiempo.
Conviene prestar atención a lo que el emisario de Trump, su vicepresidente Vance, ha leído esta semana en París y en Múnich. El trumpismo no es ya la forma de populismo idiota de su primer mandato, sino parte de una alianza global contra esa democracia a la que muchos hemos aspirado: la democracia con contenidos tales como el estado de derecho; cierto equilibrio de poderes que imperfecta e inestablemente se controlan y limitan entre sí; la ausencia de creencias absolutas y eternas que no pueden desafiarse; la desconfianza ante el hombre fuerte que ve más lejos que el resto y que por tanto merece poderes superiores; el respeto a los derechos humanos tal como fueron desarrollados a partir de la Declaración Universal; y un respeto mínimo, al menos formal, de las normas internacionales que surgen de la Carta de la ONU.
En el discurso de Múnich, en el mismo evento que hace 18 años Putin presentó su doctrina, Vance denuncia que en Europa se ponen limitaciones (tales como el control de las mentiras en las redes) a los que la gente quiere: “La democracia se basa en el principio sagrado de que la voz del pueblo importa. No hay lugar para cortafuegos. O se mantiene el principio o no”. El estado de derecho presentado como una cortapisa frente al ideal de un poder popular inmediato, sin intermediarios ni limitaciones.
De democracia directa Franco sabía mucho: “Frente a la democracia formal, nosotros oponemos la democracia práctica, una democracia a través de los cauces naturales y que por eso recibe el nombre de democracia orgánica, que se ha apartado en todo momento de la creación abstracta de normas y se caracteriza por la ausencia de unos marcos rígidos”.
En las elecciones soviéticas del 37 Stalin era aclamado (espontáneamente, según reza la crónica oficial: “¡Hurra por el camarada Stalin, el autor de la constitución más democrática del mundo!”) mientras explicaba: “La historia no conoce otro ejemplo igual. Nuestras elecciones serán las más libres y democráticas. Aquí no hay capitalistas ni terratenientes. Aquí las elecciones se celebran en un ambiente de colaboración entre los obreros, los campesinos y los intelectuales, en un ambiente de confianza mutua, de amistad mutua. No hay nadie que ejerza presión sobre la gente para distorsionar su voluntad. Por eso nuestras elecciones son las únicas realmente libres y democráticas, y no tienen precedentes en la historia de la humanidad.” El resultado fue una participación del 97% con más un 99% de voto a Stalin. Ya lo decía su aliado de preguerra –y de los dos primeros años de guerra– Goebbels: “Cada pueblo deberá encontrar la esencia de su propia personalidad nacional”.
En febrero de 2022, en el texto conjunto que abrió la puerta a la invasión de Ucrania de días después, Putin y Xi Jinping defendieron que la verdadera democracia no tiene elementos normativos concretos o, si usted lo prefiere, formas medibles o controlables. Democracia es lo que quien está en el poder dice que es democracia. Trump parece querer apuntarse y Vance nos trae la abascaliana buena nueva: Patriots del mundo, uníos.