Artículo de opinión de Juanjo Álvarez @jjalvarez64 publicado en Diario Vasco (enlace) el 3/06/201
1.- El origen-. Podríamos hablar de «política forense»: todos hablamos ahora sobre las razones por las que el Gobierno de Rajoy ha caído, ha muerto políticamente hablando, pero nadie supo anticipar el final que se aproximaba. Creo que ni el propio PP ni Ciudadanos (descolocado primero, irrelevante después, durante la moción, y enfadado con todo el mundo tras ella) supieron prever el guión. Falló la prospección: desde «una moción planteada para perderla» hasta una «moción improbable», en pocos días hemos pasado de la sorpresa al escepticismo ante la iniciativa a la posterior expectativa creciente y finalmente su culminación exitosa.
Del 23 de mayo al 31 de mayo. Días intensos en lo social y en lo político, muestra evidente de la cronocompetencia que sacude a la política. De la aprobación de los presupuestos con el apoyo del PNV a la caída del Gobierno. De la aparente estabilidad al fin de la era Rajoy. ¿El origen? la decisión judicial dictada el pasado jueves por la Audiencia Nacional, que ha removido los cimientos del PP como formación política, del propio Gobierno y de su Presidente Rajoy. Articulada parlamentariamente como victoriosa moción de censura estamos en realidad ante lo más parecido a un «impeachment» judicial anclado en una acusación tan gravísima como la recogida en la sentencia, con tal alcance ético y jurídico que ha conducido al proceso de destitución parlamentaria del Gobierno del PP.
2.- Del protagonismo judicial al parlamentario-.¿Qué hacer ante tal secuencia de escándalos declarados probados en la sentencia? bajo una demanda social cada vez más extendida, traducida en la exigencia de conductas decentes y honestas, el Parlamento ha demostrado lo que supone vivir en democracia: quienes tienen el poder se enfrentan a la posibilidad de ser expulsados de él mediante unos procedimientos establecidos; quien está en el Gobierno se ve obligado a anticipar esa amenaza. En ese momento se visualiza que la política nos introduce en un mundo en el que hay que responder y dar cuentas, que el poder no es absoluto porque está obligado a revalidar, que la política no da más que oportunidades a plazos.
De este modo al protagonismo judicial le siguió el del Parlamento, el de la pura política en estado puro, con un movimiento tan hábil como inesperado por parte del PSOE. Frente al tedio y el malestar social que genera en buena parte de la sociedad la actividad política por ser un exponente de mera táctica oportunista, repetitiva demasiadas veces hasta el aburrimiento, rígida en sus esquemas tradicionales, ese desapego ciudadano frente a la política y sus protagonistas se ha visto ahora superado por el papel que el Congreso ha demostrado poder jugar en la renovación de la democracia.
3.- Los motivos del sí a la moción-. La confluencia de astros políticos en favor del triunfo de la iniciativa de Sánchez vino impulsada, en primer lugar, por el viento a favor de la exigencia de una rebelión cívica percibible en el enojo e indignación de una gran parte de la sociedad española. En segundo lugar en el posicionamiento claro de Podemos y sus confluencias, deseosos en su condición de coadyuvantes sin exigencias previas, que el terremoto político alejase de su epicentro la polémica interna vivida días atrás a cuenta del chalet. En tercer lugar las fuerzas independentistas catalanas: el movimiento de Quim Torra para finiquitar el 155 abrió la vía que permitía anticipar el pleno apoyo a la moción, lo cual y a rebufo condujo a Eh Bildu en la misma dirección.
4.- El papel del PNV-. Con este escenario aritmético, una vez más, todas las miradas se orientaron hacia los cinco escaños del PNV. ¿Dependía de ellos la gobernabilidad de España? No. Su protagonismo (no deseado) derivaba en realidad de la imposibilidad de llegar a acuerdos por parte de las grandes fuerzas políticas con implantación nacional. Cabe recordar que los cinco diputados del PNV votaron en contra de la investidura de Rajoy, que desplegaron una arriesgada negociación y posterior acuerdo presupuestario y que en solo ocho días han pasado de ser garantes de la estabilidad del Gobierno Rajoy a protagonistas de su caída parlamentaria.
¿Los motivos? Tras una reflexión profunda concluyeron que no había otra alternativa que apoyar la moción de censura: la gravedad de la sentencia, la inadmisible ausencia de asunción de responsabilidades políticas por parte del Partido Popular, la decisión de Ciudadanos que auguraba el fin de la estabilidad conseguida con la aprobación de los Presupuestos y la amplísima mayoría de oposición en la Cámara a favor de que el Gobierno Rajoy siguiera en el desempeño de sus funciones eran poderosas razones, además de la percepción política de que la mayoría de la sociedad vasca demandaba esta decisión sin hacer cálculos de oportunidad.
5.- Un nuevo escenario político. La corriente cambia en España: de ver cómo el espacio de la derecha se ensanchaba y la suma PP-Ciudadanos se convertía en mayoritaria pasamos a poner el contador a cero. Un nuevo tablero. La moción de censura remueve todo. El parámetro de valoración de la política y de los políticos no puede ser el código penal. Entre lo penalmente sancionable y el ámbito privado de conciencia debe alzarse también una ética pública.
Ver más trabajos de Juanjo Álvarez
