Como concluyó el secretario general, los retos actuales de la humanidad son universales y precisan soluciones universales convenidas entre todos los actores mundiales: “Las Naciones Unidas son el único foro donde esto puede suceder”. Bien nos vendría hoy aquel optimismo sereno, sabio, esperanzado, alegre y siempre activo, generoso, comprometido y emprendedor del viejo Hessel.